ARTICULO SOBRE ESCALADA EN ROCA

Título del articulo:
ESCALADA EN LAS ISLAS LOFOTEN (PRIMERA PARTE)
Macizo o zona:
-OTRAS CORDILLERAS-
Cumbre/sector:
MONTAÑAS DE LAS ISLAS LOFOTEN
Provincia/País:
NORUEGA
Fecha de la actividad:
JULIO DEL 2006 Y DEL 2007 
Autor del artículo:
ADRADOS
Climatología encontrada:
BUEN TIEMPO EN 2006 Y REGULAR EN 2007
Equipamiento:
AL ESTILO ANGLOSAJON. TODO LIMPIO A EXCEPCION DE ALGUNOS RAPELES
Participantes:
ALFONSO ANTOLINEZ, MIGUEL PITA Y MIGUEL ANGEL ADRADOS
 
Mi primer contacto con la escalada en la Islas Lofoten fue en el verano del 2006, cuando Alfonso Antolínez*, un viejo amigo de la juventud que trabaja allí como guía turístico durante los meses de verano, me invitó a visitarle.

El archipiélago de las Lofoten y Las Vesteralen, se encuentra en el norte de Noruega. El sol allí no se pone durante los meses de verano y el clima contrariamente a lo que cabe suponer no es tan desfavorable como en el sur del país, donde la lluvia está presente casi todo el año, como en el caso del valle de Romsdal, tan popular en otro tiempo por la famosa pared del Trollryggen.

Las Lofoten, bajo la influencia de las corrientes del Golfo, gozan de un clima más benigno, lo que favorece la práctica de diversos deportes al aire libre, entre los que destacan: la pesca, el kayak de mar, el montañismo, la escalada y en invierno el esquí.

Tanto Lofoten como Vesteralen son islas montañosas en las que el granito aflora por todas partes dejando muy poco espacio para el desarrollo de las actividades humanas. Cuando el barco se acerca hacia ellas su aspecto es el de una gran cordillera que emerge del mar. La altitud es moderada no alcanzado los 2000 metros en ninguna cumbre, por consiguiente en verano la presencia de la nieve es casi inexistente.



La principal actividad económica de los pocos habitantes de estas islas es la pesca, especialmente del bacalao y es por eso que los pocos centros de población que encontramos están en la costa, a veces entre el mar y tierra firme, con casas semi-flotantes de madera pintadas en llamativos colores. La vegetación, muy colorida igualmente, con bosques de pinos, abedules y servales principalmente, ocupan el escaso espacio que queda entre los escarpados picos contribuyendo también a formar un paisaje original captado por la cámara de algunos de los más famosos fotógrafos de naturaleza y por los pinceles de algunos artistas locales.

El granito, de una excelente calidad, es en exclusiva la roca que forma todas las montañas de las Lofoten, pero la escalada es todavía una actividad poco desarrollada en las islas. Frente al archipiélago, en el continente encontramos una montaña singular: el Stetind, una torre de una excepcional belleza declarada hace pocos años “Montaña Nacional de Noruega”, una figura de protección similar a la de un Parque Nacional. Es en esta montaña donde lógicamente se inició la escalada en estas latitudes y muchos escaladores escandinavos y de otros países europeos acuden a intentar su escalada. Pero muchas otras montañas de los alrededores, con paredes magníficas, están aún por escalar.



En las Lofoten ocurre otro tanto, Unas pocas vías se concentran en los alrededores de Henningsvaer, un pequeño pueblo pesquero de original emplazamiento que se ha convertido en el centro de la escalada allí debido al empeño de un guía local que regenta un local en el que se dan cita los pocos escaladores que van llegando. Este veterano escalador: Thorbjorn Envold, con una dilatada carrera alpinística en montañas de todo el planeta, incluida España, ha escrito recientemente junto con otro experto en las Lofoten: Chis Craggs, una excelente guía de escalada en las islas: “Lofoten Rock” editada por Rockfax. En ella se pueden ver las muchas posibilidades que quedan aún por descubrir. Un pequeño paraíso para los que nos gusta escalar alejados del mogollón.



En este primer viaje gozamos de un tiempo magnífico durante toda nuestra estancia en Noruega y hago un poco de todo. Montañismo, kayak y pesca con mi mujer y Alfonso. Aunque está convaleciente de una reciente operación de rodilla, Alfonso se enrolla y me acompaña en algunas bonitas clásicas de la zona de Henningsvaer, donde además también nos dedicamos al cervecismo. Luego Alfonso se vuelve a las Vesteralen y Pili y yo continuamos explorando las posibilidades de escalada en las otras islas.



Al año siguiente vuelvo a las Lofoten con Miguel Pita un conocido escalador gallego con numerosas aperturas en la Cordillera Cantábrica con la intención de hacer algunas de las más interesantes escaladas y abrir una nueva vía en una pared todavía inexplorada en la zona de Reine. Una pared que ya tuve ocasión de estudiar en el viaje anterior y que me parecía muy interesante.

Con un tiempo regular, nada que ver con el del año anterior, escalamos el Pilar Sur del Stetind y el Vestpilllaren en el Presten, dos grandes clásicas. Pero cuando vamos a nuestro objetivo principal en Reine, la pared Oriental del Breiflogtinden, el tiempo empeora y nos tiene una semana en el dique seco. Ya no tendremos tiempo para un intento serio así que reanudamos el viaje de vuelta a casa dejando el proyecto para otro año.



En la segunda entrega de este artículo cuento lo hecho en el viaje del 2008.

* www.viaje-artico.com
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