ARTICULO SOBRE ESQUI DE MONTAÑA

Título del articulo:
ALTA RUTA DEL OBERLAND BERNES
Macizo o zona:
-OTRAS CORDILLERAS-
Cumbre/sector:
OBERLAND BERNES
Provincia/País:
SUIZA
Fecha de la actividad:
24-28 ABRIL 2010 
Autor del artículo:
ADRADOS
Condiciones encontradas:
NIEVE POLVO LOS PRIMEROS DÍAS. HIELO Y NIEVE PRIMAVERA DESPUES
Climatología encontrada:
TIEMPO VARIABLE NUBES Y VIENTO EN ALTURA
Participantes:
ANTONIO ROS, JOSE LUIS FDEZ. VILLA, ANGEL GARCIA Y MIGUEL ANGEL ADRADOS
 
De nuevo en los Alpes para hacer alguna de las clásicas travesías de esquí que recorren sus más renombrados macizos. Me acompañan Villa y Antonio Ros, dos de los compañeros del año pasado en la Chamonix-Zermatt, además de Angel García, compañero también de otras travesías alpinas.

Esta vez decidimos probar suerte en el Oberland Bernés, macizo bien conocido por sus grandes glaciares sobre los que se levantan algunos de los cuatro-miles más populares de los Alpes: jungfrau, Mönch, Finsteraarhorn (el más alto del macizo), Hinteres-Fiescherhorn (el cuatro mil más esquiable del macizo) etc. Aunque tal vez sea el Eiger la cumbre más conocida por todos.

Este macizo no es muy extenso y lo que se puede considerar como Alta Ruta, de un extremo a otro, podría hacerse en tres días con facilidad. Pero el planteamiento aquí suele ser otro. Se trata de diseñar la travesía ascendiendo en cada etapa a alguna de sus muchas cumbre de cuatro mil metros o cercanas a esta altitud. En este sentido, se puede optar por variadas combinaciones, siendo la más clásica la que aprovecha la elevada situación del Jungfraujoch como punto de partida. Este alto collado se alcanza sin esfuerzo con el tren de cremallera que parte de Grindelwald y por tanto la primera etapa no supone a penas esfuerzo. Sin embargo, si no se está un poco aclimatado a la altura esta facilidad de acceso puede pasar factura.

La inmensa mayoría de esquiadores-alpinistas toman este punto de partida situado en el flanco norte del macizo y salen hacia Blatten, en un largo descenso por el Valle de Lötschental. Esto puede hacerse en un solo día, bajando a Konkordiaplatz directamente y remontando el Lötschenlüke para pasar al valle de Lötschental. Pero normalmente todo el mundo pasa un par de días como mínimo en la montaña y aprovechan los refugios existentes para realizar alguna de las ascensiones a las muchas cumbres de los alrededores. Dependiendo de la aclimatación y el entrenamiento, estas cumbres pueden ser más o menos altas y difíciles.

Nosotros es la primera vez que esquiamos en este macizo y queremos hacer en él lo más parecido a una Alta Ruta, prescindiendo de remontes mecánicos y entrando por una punta del macizo (Blatten) y saliendo por el extremo opuesto (Grimselpass). Por supuesto incluyendo algunas cumbres en el camino. Esta forma de hacer la travesía nos parecía más auténtica y además tenía la ventaja de favorecer la aclimatación de cara al plato fuerte que nos habíamos planteado: el Finsteraarhorn.

No obstante, tras estudiar en los mapas la posible ruta a seguir, veo que llegar a Grimselpass puede ser un problema desde el punto de vista de la logística. Parece más interesante abandonar el macizo un poco antes de este popular puerto descendiendo por un valle lateral hacia Münster, pueblo desde el que es más fácil el regreso al punto de partida. Esta solución es la adoptada por una gran mayoría de los que hacen esta travesía, a juzgar por lo que leo en algunas Web que consulto sobre el tema. Pero también veo en el mapa otra bajada que parece aún más interesante por un valle paralelo al anteriormente citado y que en un descenso más pendiente y directo de unos dos mil metros de desnivel nos llevaría a Reckingen, otra aldea cercana a la anterior. Además el collado por el que se pasa a este último valle es muy alto, casi a la altura de una interesante cumbre que también tendríamos oportunidad de ascender antes del descenso final. Por tener todas estas variantes, decido trazar las tres soluciones sobre el mapa y grabar los Wypoints de las tres salidas en el GPS.

El viaje lo teníamos previsto en avión de Oviedo a Ginebra y de Ginebra a Blatten en tren y autobús. Pero las cosas no iban a ser tan fáciles. Por causa del volcán de Islandia se suspende el vuelo en el último momento y tenemos que viajar en coche hasta Blatten. Como consecuencia de ello, ya no llegaremos a dormir al primer refugio reservado: el Anenhütte.

Llegamos a Blatten por la noche del día siguiente, así que perdemos un día de travesía y con él la primera cumbre del recorrido previsto, el Äbeni Flue, de 3962 metros, casi un cuatro-mil muy fácil de hacer con esquís y por tanto ideal para aclimatar.

Primera etapa: Blatten-Cabaña Hollandia

Partimos de Blatten al amanecer y subimos del tirón hasta el Hollandiahütte. Unos mil ochocientos metros de desnivel que nos cuestan cerca de siete horas. Por la noche a nevado y abrimos un profunda huella en un glaciar muy caótico que nos obliga a ir encordados como medida de seguridad, ya que bajo la nieve reciente se esconden gran cantidad de grietas en algunas zonas. Cuando llegamos a la parte alta del glaciar vemos, con envidia cochina, bajar a dos o tres grupos de esquiadores que viene de hacer la ruta normal. Nosotros somos los únicos sufridos alpinistas que subimos por este interminable valle.

Teníamos en la recámara la posibilidad de hacer este mismo día el Äbeni Flue, pero la realidad se impone y al llegar al refugio y el cuerpo no da para ello. El ambiente en esta pequeña cabaña es muy agradable, los guardas son muy amables y otros esquiadores que allí se hospedan también. Uno de ellos, que comparte habitación con nosotros, resulta ser un habitual del macizo y nos confirma que la bajada directa a Reckingen es efectivamente muy recomendable.


Segunda etapa: Cabaña Hollandia-Cabaña Finsteraarhorn con la ascensión al Lourvihorn.

Amanece un día despejado, aunque con algunas nubes en las cumbres. Descendemos por el Grosser Aletschfirn hasta el encuentro de otro glaciar que baja del Kranzberg: el Kranzbergfirn.
Colocamos pieles y ascendemos, de nuevo abriendo huella como el día anterior, en un bonito recorrido por el citado glaciar hasta el collado occidental del Kranzberg y de allí al Lourvihorn, una modesta cumbre situada al sur de la gran mole rocosa formada por el Rottalhorn y la Junfrau. Se trata de una cima de 3777 metros, totalmente esquiable y muy clásica, desde la que se contempla una magnifica panorámica.


Sólo nosotros hemos subido por la vertiente sur de esta montaña, pero coincidimos en la cumbre con dos grupos que ascienden por el lado NE. Casi a la vez, todos bajamos por esa vertiente de la montaña, donde encontramos una magnifica nieve en polvo. Es una ladera bastante pendiente y con algunas barreras de grietas y seracs que obligan a tomar algunas precauciones, sobre todo porque las nubes, por momentos no dejan ver bien el terreno sobre el que nos deslizamos. Abajo tomamos pie en otro de los grandes glaciares de la zona: el Junfraufirn y por él, en un largo y panorámico descenso, casi a remo en la parte baja, alcanzamos Konkordiaplatz, un espectacular encuentro de glaciares en medio del macizo.


Colocamos otra vez las pieles en la suela de los esquís y remontamos el Grüneggfirn para pasar por el collado del mismo nombre al Finsteraarhornhütte, en el valle opuesto. Una subida y un descenso que hacemos rápidamente en medio de fuerte viento y visibilidad casi nula. El refugio está en un emplazamiento bastante elevado sobre un espolón rocoso que baja del Finsteraarhorn. Todo el mundo deja los esquís clavados en la nieve al pie de las escaleras que facilitan el acceso al refugio. Es un buen refugio que hace pocos años ha sido rehabilitado, con lo que dispone de excelentes comodidades.

El plan inicial era pasar aquí tres noches, ya que éste es el punto de partida ideal para hacer unas cuantas cumbres, algunas totalmente esquiables como el Wyssnollen, el Wannenhorn o el Hinteres-Fiescherhron. Y también el, no tan esquiable, Finsteraarhorn. Pero al reservar los refugios por teléfono, sólo disponían de dos noches, por lo que reservamos la tercera noche en otro refugio: el Oberaarjochhütte, situado en el camino hacia el Grimselpass y también apto para salir desde él hacia Münster o Reckingen, las otras dos opciones previstas. Sin embargo, esto limitaba nuestras ascensiones en la zona. Sólo podíamos hacer una ascensión con ida y vuelta al refugio y como mucho otra más fácil al día siguiente antes de pasar al Oberaarjochhütte. Además, hay otro inconveniente: Angel y yo estamos algo tocados de gripe. Por todo ello, decidimos pasar del Finsteraarhorn y asegurar el Hinteres-Fiescherhron, un cuatro mil de lo más recomendable para hacer con esquís.

Tercera etapa: Finsteraarhornhütte- Hinteres-Fiescherhron-Finsteraarhornhütte.

Paso mala noche a causa de la gripe y por la mañana estoy que no me tengo en pie, cosa que comunico a los compis junto con mi decisión de quedarme en el refugio. No obstante, desayuno con ellos y tomo una pastilla que me anima un poco. Ante la perspectiva de una jornada de aburrimiento en el refugio decido acompañarlos hasta donde pueda. Angel también está chungo, pero intentará lo mismo que yo.

Entre dudas y no dudas, salimos algo tarde del refugio. Vienen con nosotros dos amigos catalanes que hemos conocido en el refugio y muy por delante van ya varios grupos. También vemos otros grupos subiendo hacia el Finsteraarhorn, aunque, la verdad, sopla un fuerte viento que me hace pensar en que tendrán muchas dificultades en la arista cimera.

Avanzamos a buen ritmo en el planísimo Fiescherfirn y cuando llegamos a la cascada de seracs ya nos hemos puesto a la altura del último grupo que iba por delante. Angel tiene un fuerte acceso de tos y se vuelve al refugio. Yo parece que aguanto, aunque me preocupa el empeorar y no poder salir por mi propio pie al día siguiente del refugio, pues para ello hay que superar siempre algún alto collado sea cual sea el camino a tomar. En el plató que precede a la cumbre, el viento es ya insoportable. A pocos metros de la arista cimera tengo sospechosos escalofríos en la espalda y decido no seguir arriesgándome a un empeoramiento gripal. Esperaré a los colegas buscando un resguardo del viento que no encuentro y trataré de disfrutar de un descenso que se promete fantástico. En pocos minutos están de vuelta y, pues eso, que disfrutamos de un fantástico descenso.




Cuarta etapa y última: Finsteraarhornhütte-Reckingen.

Como la mitad del grupo está para el arrastre, decidimos telefonear al Oberaarjochhütte para anular la reserva y hacer desde el Finsteraarhornhütte la salida del macizo hacia Reckingen del tirón. Intentaremos la cumbre del Galmihorn de 3517 metros en el camino si nuestros cuerpos dan para ello.

El tiempo es hoy espectacular. Está despejado y no sopla viento. La temperatura también es algo más cálida que los días pasados. La nieve polvo ya ha desaparecido del Fieschergletscher y ahora esquiamos sobre una helada superficie a lo largo de este inmenso glaciar. En unos tres kilómetros de rápido descenso llegamos al encuentro de otro glaciar que baja por el este: el Galmigletscher, por el que tendremos que subir a continuación. Unos seiscientos metros de desnivel que superamos sin problemas a pesar de las circunstancias gripales de algunos.

Estamos en un alto collado muy cercano a la cumbre, pero superar los cien metros de desnivel que nos separan de ella y volver al collado haría que la nieve, que ahora está en su punto justo, se transforme demasiado y el descenso se complique. Así que decidimos renunciar a la cumbre en favor de un descenso en óptimas condiciones.

La vista desde el collado es ya increíble. Hacia el SE, se abre un ancho valle-canal de fuerte pendiente que directamente nos conducirá a Reckingen. Buscamos paso para franquear la cornisa que cuelga del collado. Una salida espectacular de unos 50º que nos pone a todos en tensión. Luego la pendiente es más moderada y el descenso se convierte en un continuo goce. La nieve primavera de densidad ideal nos hace disfrutar de uno de los mejores descensos que he hecho en mi vida. Los cuatro alucinamos y deseamos que esto no se acabe, pero sin quererlo llegamos al bosque y por las últimas rampas de nieve en bloques, producto de las avalanchas, alcanzamos una pista que, esquís al hombro, recorremos hasta Reckingen.


Teléfonos de los refugios:
Hollandiahütte 0041 279391135 desde fuera de Suiza. 0279391135 desde Suiza
Finsteraarhornhütte 0041 338552955 desde fuera de Suiza. 0338552955 desde Suiza.
Oberaarjochhütte 0041 339731382 desde fuera de Suiza. 0339731382 desde Suiza.

Logística:
Tren en Reckingen hasta Goppenstein con trasbordo en Brig. Autobús postal de Goppenstein a Blatten. Todo muy bien combinado y con el tiempo muy justo para los trasbordos. El billete se compra completo para todo el viaje en la misma estación de Reckingen (maquina expendedora).


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Comentarios de los usuarios sobre esta actividad
El 21/8/2010 Villa nos comenta ...

tardaste en publicarlo pero mereció la pena

 

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