El pasado viernes 14 de noviembre, apurando, ignorando o huyendo del trabajo, nos encontramos a final de la mañana en San Emiliano, Eloy Santín, Ignacio Sáez, Carlos Cabo y, un servidor de ustedes Alberto García. Como quiera que la nieve no llegaba tan abajo como creíamos, y mucho menos de lo que queríamos, nos dispusimos a iniciar la travesía desde el punto más alto, el Puerto Ventana.
Al llegar allí eran las 14h30, seguimos siendo unos madrugadores impenitentes, y nos encontramos con un chico que estaba cargando su coche para irse, el vehículo, matrícula de la -O-, era una pequeña furgoneta roja, Citroën o Renault vaya usted a saber. Le preguntamos de donde venía, (no quien era, ni a donde iba, en esos momentos nos preocupaba más la transformación de la nieve, que la transcendencia del ser).
Cuando nos disponíamos a empezar, finalizados los lentos preparativos que requiere la primer travesía de la temporada, ¿que tal me queda esta camiseta?, ¿las pieles de foca se ponían por encima o por debajo de los esquís?,... nos encontramos, en el lugar que ocupaba el vehículo antes mencionado, con un par de bastones huérfanos, así pues:
EL VIERNES 14, SE PERDIO EL DUEÑO DE UNOS DESCONSOLADOS BASTONES EN EL PUERTO VENTANA. LA ULTIMA VEZ QUE SE LE VIO BAJABA HACIA ASTURIAS VISTIENDO UN COCHE ROJO. QUIEN LE ENCUENTRE QUE SE PONGA EN CONTACTO CON: CARLOS 696333979.
Cumplido con nuestra conciencia de buenos samaritanos, paso a comentar la excursión.
El día era perfecto y ascendimos a buen ritmo, poniendo a tono nuestros muslos y pulmones, al Huerto del Diablo Norte, al Sur y al Melluque.
En el Huerto del Diablo Norte Si al subir la nieve estaba bien, al bajar... Al bajar esquiando en las travesías lo normal es que te encuentres un tramo perfecto (que disfrutas como un dios), una pala buena (que gozas como un hombre), y el resto, nieve costra y caminos helados (en los que has de defenderte como un héroe). Pues bien, ese día la nieve estaba fantástica, desde arriba hasta el coche; ni decir tiene que lo pasamos de p..., que nos divertimos como semidioses (por abundar en la metáfora mitológica, sin lugar a dudas más fina).
El Ranchón desde la cumbre norte de los Huertos del Diablo
Ascendiendo al Huerto del Diablo Sur
En la cresta de Peña Melluque
Acompaño fotos para envidia de lectores que no tuvieron la ocasión de acercarse a la Cordillera este fin de semana.
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